Se para tu recuerdo en mi cabeza como una imagen congelada de esa promesa que nunca te nació de la boca, como un retrato eterno que llevo siempre conmigo en el bolsillo de la vida. Se para como esas películas mirándote, como esos consejos lógicos, como ese afán salpicado de realidad estúpida, de sinquereres, de imperfección estupefacta. Y en medio de los años, entre los espacios de la música y del tiempo y de bruces contra la infinitud de los días, ¡qué más quisiera! oir por primera vez aquel disco, que trajeras contigo el fin de la impaciencia de las cuatro, la risa a destiempo y el mundo amigo de las cosas que no están, pero que siempre están llegando y que vuelven. Todo. Todo se para, cierto y seguro, en mi cabeza pensativa de agradecida y en deuda.
6 comentarios:
pinguinin despistado
Supongo yo que supone Vd que los recuerdos vagan en única dirección y que los mismos conllevan en el receptor anhelos e ideas cuyos ecos despiertan asistematicamente torrentes de gratitud que da la sensación de no poder compensar ni con el paso del tiempo. Pero cabría pensar si es posible ofrecer sin que nadie perciba porque, en último término el beneficio lo tiene quien puede expresarse y transmitir la poesía de su propio yo. Parece lógico que es el que da quien alcanza las cotas más sublimes; por lo que un pinguino siempre gana.
Que a Vd. le vaya bien y a sus colaboradores más de lo mismo.
jopetinnnnnn no he podido corregirrrrrrr. Esto es un liiiiio.
Qué bonito, bella, es una delicia leerte. Siento no pasar mucho por aquí, voy a ponerme al día leyendo tus entradas antiguas. Besos
Hello, hello!! Te dije que te mandaría un correo recordándote lo del libro aquel, pero tengo el correo que lo acabo de cerrar y esto es más rápido que volver a abrirlo y escribirte un correo.Así que te lo recuerdo por estas vías que tabién te llegará por correo. un abrazo. Salu2,
¡Gracias, Mónica! Ya me irás contando, yo también iré actualizando comentarios en tu blog! Manu, respecto al libro, no me acuerdo de cuál me hablas... pero sí, ya me comentarás en cuanto te venga a la cabeza. ¡Un abrazo!
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