martes, 11 de marzo de 2008

Ojos del Guadiana

Como un río triste e impetuoso, lánguido en ocasiones, discreto. Casi como llega el crecer y se marchan los consejos, casi como el venirse a este lado o el irse de repente, prácticamente así al estar los ojos míos que me dejan ciega y testaruda, lenta y muda a veces, consumida. Viene y se va el río, acechando los ojos del Guadiana. Sin la fuerza de una garganta de piedra que ansía un mural de colores, con las páginas en blanco que es todo este saber de ese algo pequeñito y lleno de rabia, que me atraganta con la incertidumbre de reconocerme en ello a mí misma. Con el grito ahogado de un cuerpo que se marcha y que se queda, que viene y va como las palabras insistentes y amontonadas de un libro. Los ojos del Guadiana, me dicen, y yo pienso en todo esto sin más, pienso en todo esto.

2 comentarios:

Zerepica_n dijo...

Allí donde nace, con todo un libro por escribir. Allí miras y desaparece para de nuevo volver, como los miedos que nos persiguen, como los sueños por alcanzar, como la vida de las palabras...

Salu2

Cristina dijo...

Sí, la vida es un continuo ir y venir. Encuentros, reencuentros y desencuentros. Toda una aventura!! Saludos back to you :)