domingo, 25 de marzo de 2007

¡¡Una hora!! ¡¡Me han robado una hora!! Escribo esto a las 16.30 y hace 24 horas eran las 15.30... ¿quién se ha llevado mis 60 minutos? Es cierto, al parecer, según los expertos que se asoman a nuestras casas desde todos los telediarios, el efecto que produce el cambio de hora en los bolsillos presupuestarios energéticos del país (y de cada casa) son astronómicos. Yo, sin embargo, me planteo el tema de otra manera... ¿qué efectos tiene a niveles no económicos el hecho de perder una hora? En una hora puedes leer una obra de teatro, cocinar increíbles platos, quemarlos en una hora de bicicleta estática, escuchar un buen disco, tener una increíble conversación, ver un buen documental, hacerte una idea del patético/ fantástico panorama mundial echando un vistazo al periódico, reservar unas vacaciones, sorprender a quien quieres con cualquier cosa que se te ocurra... En fin, que nos han quitado algo más que 1800 segundos si alguna de estas cosas teníamos pensadas. Sin embargo, como reflexión y para que acabemos pensando que tenemos que agradecer algo más que el ahorro económico mundial, digamos que hemos podido librarnos de una hora de atasco en la M-30, de aburrimiento en una sala de espera, de buscar aparcamiento por Martínez Campos el día del partido de la selección en el Bernabéu, de la clase más aburrida, de los vanos intentos por arreglar la puñetera impresora que siempre nos da la lata, de la peor bronca del invierno... En definitiva, juguemos a pensar en el tiempo, en sus posibilidades... pero intentemos salir ganando.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Decís : "¡¡Una hora!! ¡¡Me han robado una hora!! Escribo esto a las 16.30 y hace 24 horas eran las 15.30."

Una hora o 24 horas ? :P

Igual no estoy de acuerdo, con el próximo cambio de hor a se recupera lo que te "robaron"... Sino, lo mismo podría decirse de que solo cada 4 años tenemos 29 días en Febrero. Este año sentiste que te robaron esas horas que, multiplicadas por 4, dan 24 y se recuperan cuando tenemos los 29 de Febrero ?. dale, no seas quejosa ! ;)

Cristina Sánchez dijo...

jajaja, che! ya veo que tus cursos de cábala van surtiendo efecto. Efectivamente, los cálculos tienen que salir porque la idea es no perder ni un minuto (time is money) Sin embargo, te aclaro que lo de la hora era fundamentalmente un pretexto para reflexionar sobre el tiempo y su relatividad. De todos modos, gracias por tu comentario clarificador :)

Anónimo dijo...

...y la de cosas que te pierdes simplemente por mirar a otro lado, por dormirte en un viaje, quedarte una mañana en casa... Muchas de las mejores experiencias de nuestra vida dependen de la suerte porque casi todos los momentos son casuales en esencia. Pertenecen a un lugar y un momento. Por eso cada vivencia es irrepetible. Que no me las quiten por conveniencia económica. Son mías.
Juan

Cristina Sánchez dijo...

efectivamente, este es el tan explotado tema al que se ha ido aludiendo desde el angustioso "panta rei" de Heráclito hasta el "seize the moment" (aprovecha el momento) con el que se llena uno la boca en las sociedades modernas. Me encanta tu frase de que casi todos los momentos son casuales en esencia, porque es completamente cierta. Yo personalmente opino que la sorpresa y el hecho de hacerse uno con la vida que nos toca vivir, adaptándonos a los vaivenes que tan poco pogramados están, es lo que nos hace verdaderamente humanos. Así que no nos durmamos en los viajes y abramos bien los ojos cuando miremos por la ventanilla...
Un abrazo, Juan, y gracias por tu comentario